Onna no hi: la importancia de la mujer en Japón

Onna no hi: la importancia de la mujer en Japón

Al hablar de la mujer en Japón nos vienen muchas ideas a la cabeza: desde la más tradicional como una geisha a la más actual del mundo otaku.

Japón, a lo largo de los siglos, ha experimentado transformaciones muy significativas a todos los niveles. Entre los aspectos que más fascinan de esta evolución se encuentra el papel de la mujer en la sociedad japonesa. Partiendo de las antiguas tradiciones hasta los desafíos contemporáneos, la narrativa de la mujer japonesa ha sido motivo de estudio a lo largo del tiempo.

 

La visión más ancestral

Nos situamos en el período Heian (794-1185). Durante esta época, las mujeres desempeñaban roles importantes dentro de la corte imperial. Algunos de los clásicos literarios japoneses, como "El Cuento de Genji" escrito por Murasaki Shikibu, refleja las complejidades de las relaciones entre hombres y mujeres en esta época. Aunque las habilidades artísticas de las mujeres eran altamente valoradas, la llegada del confucianismo, muy extendido en China, influyó profundamente en la sociedad japonesa, estableciendo expectativas rígidas sobre el comportamiento femenino y limitando su participación en lo que se refiere a asuntos públicos.

Durante el período medieval, las mujeres japonesas tuvieron que enfrentarse a desafíos únicos. Mientras la mayoría de los hombres estaban inmersos en guerras y batallas, las mujeres  desempeñaban un papel crucial en la gestión y protección de la familia en los hogares. La figura de las guerreras samuráis, conocidas como onna-bugeisha, también significaron un desafío a las normas convencionales. A pesar de estos valiosos momentos de empoderamiento, la sociedad feudal se regía por unas fuertes estructuras patriarcales, donde seguía existiendo una clara subordinación de la mujer.

 

Modernización y avances a pasos agigantados

Años más tarde, el período Edo (1603-1868) trajo consigo grandes cambios en la percepción de la mujer. Las impresiones artísticas de ukiyo-e retrataban la belleza y elegancia de las mujeres japonesas, contribuyendo a la idealización del concepto de feminidad. Las geishas, artistas y entretenedoras eran estrictamente entrenadas, convirtiéndose en símbolo de refinamiento y destreza artística. Aunque este periodo presentó oportunidades para las mujeres, las restricciones sociales seguían siendo el pan de cada día. Los roles de género estaban claramente definidos, y las mujeres a menudo eran relegadas a funciones domésticas.

La Occidentalización global marcó un período de modernización y en Japón durante la era Meiji (1868-1912). La educación era cada vez más accesible para las mujeres, y se fueron abriendo nuevas oportunidades en campos como la enfermería y la enseñanza. La vestimenta occidental, tanto con faldas como con pantalones, reemplazó los kimonos, simbolizando un gran cambio cultural y social.

A pesar de estos avances, las expectativas tradicionales persistían en muchos aspectos de la vida cotidiana. Las mujeres, aunque educadas, eran a menudo relegadas a roles de apoyo en la sociedad en rápida transformación.

 

Luz de esperanza para el feminismo en Japón actual

El siglo XX trajo consigo desafíos y avances significativos para las mujeres japonesas. Después de la Segunda Guerra Mundial, Japón experimentó una reconstrucción que incluyó cambios en las normas de género. Las mujeres ganaron el derecho al voto en 1945, y la constitución de posguerra promovió la igualdad de género.

A medida que la economía japonesa florecía, empezaron a surgir más oportunidades laborales para las mujeres en industrias antes predominantes en hombres. Sin embargo, seguían persistiendo barreras invisibles y desigualdades salariales, lo que llevó a impulsar el movimiento feminista en Japón durante la década de 1970, para poder abogar así por una mayor igualdad de género.

Aunque Japón ha avanzado en términos de igualdad de género, aún persisten desafíos contemporáneos. La brecha salarial, la baja representación femenina en puestos de liderazgo y en cargos políticos, así como las expectativas sociales arraigadas siguen siendo temas a abordar.

 

El feminismo japonés: un largo camino por recorrer

Desde los roles prominentes en la corte imperial hasta las luchas por la igualdad en la era contemporánea, las mujeres japonesas han experimentado cambios radicales en sus roles y estatus. A medida que Japón avanza hacia el futuro, la sociedad continúa enfrentándose a desafíos para lograr una igualdad de género completa en una sociedad que sigue siendo muy tradicional.

La sociedad japonesa también ha sido testigo de un cambio en la mentalidad, con más mujeres desafiando las normas tradicionales y buscando carreras profesionales, participando activamente en la política y cuestionando los estereotipos de género. Esa resiliencia y determinación de las mujeres japonesas a lo largo de la historia demuestran un compromiso duradero con la búsqueda de un futuro más equitativo y justo para todas las personas, independientemente de su género.

 

Referencias

Smith, J. (2000). Mujeres en Japón: Una perspectiva histórica.

Suzuki, A. (2018). Desafíos contemporáneos para las mujeres japonesas. Perspectivas Japonesas, 

Tanaka, M. (2015). El papel de las mujeres japonesas en la sociedad moderna. Revista de Estudios Japoneses, 25(3), 123-145.

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